En la actualidad, los grupos de valor y, en
general, la sociedad, exigen a las entidades respuestas ágiles, soluciones
precisas y espacios de interacción más abiertos y participativos que se
destaquen por su calidad y oportunidad, esto obliga a las entidades a, no solo
adaptarse a los cambios de su entorno y a los escenarios de incertidumbre, sino
también a aprender de su gestión y la de sus colaboradores, apoyándose en la
inteligencia colectiva.
Con dicho propósito, la política de gestión del
conocimiento y la innovación invita a las entidades a implementar acciones,
mecanismos o instrumentos orientados a identificar, generar, capturar,
transferir, apropiar, analizar, valorar, difundir y preservar el conocimiento
para fortalecer la gestión de las entidades públicas, facilitar procesos de
innovación y mejorar la prestación de bienes y servicios a sus grupos de
valor.
La gestión del conocimiento y la innovación implica
administrar el conocimiento tácito (intangible) y explícito (tangible) en las
entidades para mejorar los productos y servicios que ofrece, su desempeño y los
resultados de gestión. Esto se logra al:
Consolidar prácticas de investigación, espacios de
ideación y procesos de innovación que permiten consolidar nuevos enfoques o
habilidades en la entidad.
Crear y usar herramientas que permitan la gestión
de los datos y la información de manera articulada. Luego, esta debe ser
guardada en repositorios centrales de fácil acceso, además, se debe garantizar
su conservación en el tiempo.
Fortalecer la capacidad de la entidad de reconocer
y utilizar sus datos e información para el análisis y la toma de decisiones. El
análisis de la información permite contar la historia de la entidad con datos.
Compartir el conocimiento adquirido o desarrollado
en la entidad a través de la generación de redes interinstitucionales o interdependencias;
fomentar procesos formales e informales de enseñanza y aprendizaje; garantizar
la comunicación efectiva con los grupos de interés y los mismos servidores;
fortalecer la memoria institucional a través de herramientas de captura,
preservación y difusión del conocimiento.
La gestión del conocimiento transforma la
información en capital intelectual para el Estado. Esto se logra a través de la
elaboración de acciones, productos, proyectos, programas y planes que se crean
en los cuatro ejes de gestión del conocimiento, operados a través del doble
ciclo de gestión del conocimiento. Su implementación permite que se cree un
esquema de adaptación diferenciado para cada entidad, que parta de las
necesidades de la misma. De esta forma las entidades aprenden de sí mismas y de
su entorno de manera colaborativa.
La implementación de la gestión del conocimiento y
la innovación,
Implementa mecanismos para mitigar la fuga del
capital intelectual
Mejora las herramientas de gestión
Fortalece los procesos de enseñanza y aprendizaje
Transversaliza el conocimiento necesario a los
servidores
Promueve procesos de investigación
Fomenta la innovación dentro de la entidad
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